Kendrick Lamar ¿El peor show de medio tiempo de la historia?
¡El
peor show de medio tiempo de la historia!, ¡Ese show es para la generación Z y
no para la generación que paga las facturas!, ¡El show de medio tiempo es para
los gringos!, ¡Quieren acabar con el rock!...esto y otras desproporciones leí
en X tras la actuación de Kendrick Lamar en el half-time show del Superbowl LIX.
En
mi opinión tuvimos un espectáculo sublime, lleno de símbolos, referencias
culturales y políticas que sólo un artista de la talla de Kendrik, nos podía
entregar.
La
escenografía simuló un control de juego de vídeo como una referencia al Game
Over, un punto y final del beef con el canadiense Drake, el cual obviamente
ganó. Samuel L. Jackson con mucho humor negro representó al Tío Sam, la ex tenista Serena Williams también apareció
bailando el “Creepin walking” con un sazón especial: es la ex de Drake, y
finalmente SZA deslumbró con su voz y performance.
Pero
pongamos atención al momento en que Kendrick interpreta “Humble”, porque ahí
está lo sublime de la noche, pues su cuerpo de bailarines con los colores
blanco, azul y rojo forman la bandera de los Estados Unidos, una bandera
partida en dos, lo que refleja la división que existe en la nación americana y
lo roto que se encuentra el país, además todos son afroamericanos, una
reivindicación para su comunidad, que ante la mirada de casi todo el planeta y
del actual presidente Donald Trump (en el estadio) canta “Siéntate y sé humilde”
(ufff).
Otro
momento majestuoso de simbolismo político es cuando parafrasea a Gil
Scott-Heron diciendo que: “La revolución está a punto de ser televisada,
escogieron el momento adecuado, pero al hombre inadecuado”…un misil al presidente.
Entiendo
aquellos que esperan otro show de U2, de Prince, de Michael Jackson, de los
Rolling Stones o de Coldplay, pero hay que entender que estuvimos ante uno de
los artistas más influyentes del siglo, con el artista que se planta primero en
la carrera por ser el mejor rapero de la historia y que no solamente hace
música para las masas, también hace música cargada de criterio socio político y
cultural.
El
arte es más que grandes coreografías, fuegos artificiales y escenografías
descomunales, esos shows, también se agradecen, pero lo de Kendrick Lamar en este
medio tiempo fue arte en su esencia.
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